miércoles, 2 de junio de 2010

Hay 8 formas de matar a las arañas

Estaba teniendo un sueño horrible.. en mi pieza había una araña, sólo una, pero no era como todas las arañas; ésta era especial, especialmente asquerosa y difícil de matar. Esta araña estaba compuesta por 7 arañitas más pequeñas, que se agrupaban en una estructura parecida al símbolo que representa la radioactividad: tres triángulos equiláteros que unen uno de sus vértices, y que mantienen los mismos grados de separación con los triángulos vecinos. En cada vértice - y también en el punto en el que se unía el vértice de cada triángulo - había una araña pequeña, repulsivamente rápida y ágil. Sus patas se movían produciéndome escalofríos y ganas de sacarme los ojos... Trataba de matarla pisándola como a todas las arañas, pero era demasiado rápida para mi torpeza humana. Esquivaba tan rápido mis zapatillas que sólo lograba matar a una de las 7 que formaban la gran araña, y, apenas lograba esta diminuta victoria, inmediatamente se regeneraba otra, y otra, y otra! Era eterno...
En menos de un segundo, la araña se desintegró en las 7 arañitas pequeñas. Pensé en que ésa era mi oportunidad para matarlas a todas, una por una, y así evitar que se regeneraran... pero mientras levantaba mi pie y me disponía a bajarlo bruscamente, cada arañita generó a las seis restantes, multiplicando mi desesperación y anulando mi esperanza. Hay 8 formas de matar arañas, pensé, pero sólo una termina con el problema de manera definitiva.. y justamente esa una es la que no puedo alcanzar. Rápidamente empezaron a reproducirse dividiéndose y generando al resto sobre mi cuerpo que agitado se entregaba a la muerte más indigna que podía imaginar.

Lo bueno es que era sólo un sueño, eso pensé cuando desperté. Seguí mi rutina de todas las mañanas y me fui a la universidad.. le conté mi sueño a un par de personas y descubrí que habían soñado exactamente con las mismas arañas. ¿Cómo era posible eso? Yo pensé que era sólo un mal juego de mi cerebro dormido. ¿Era posible que a varios sus cerebros dormidos hubieran decidido jugarles esa mala broma?... No, no era posible. Esas arañas tenían que existir. Tienen que existir, y lo más probable es que cuando despierte haya una en la pared más cercana. Sí, cuando despierte, porque este también es un sueño.

Prendí la luz del escritorio al despertar, revisé con la vista enfermizamente cada pared y rincón de mi pieza. Nada. Era un sueño no más. Me levanté atrasada después de quedarme mucho rato acostada, despierta, pensando en si era buena idea poner un pie en el suelo sin haber revisado si estaban ahí las arañas. Puse un pie en el suelo. Nada. Era un sueño no más. Seguí mi rutina diaria y me fui a la universidad... le conté mi sueño a un par de personas. Nada. Mucho Freud dijo una, siempre sueñas cosas raras, otra.
Lo de los sueños raros, sí; mucho Freud, no. Poco Freud en realidad, aunque si le creyera a mi profesor de filosofía del liceo - y le creyera a Freud también - el significado de ese sueño sería bastante más clara y evidente.

1 comentario:

. dijo...

tienes talento para escribir y darte a entender, es genial éso :)

me causó ¿gracia? (será ésa la palabra que busco?) el final, recuerdo lo que te dijo el profe y me imagino tu cara al escucharlo xD

respecto al tema del sueño: mierda! jkajkakja, me daba un escalofrío asqueroso leerte y sentirme así, hay múltiples formas de interpretarlo, pero al final si no te resulta evidente a ti - que eres la protagonista - no hay mucho que pueda opinar, no?

un abrazo muy fuerte pequeñita (para que te llegue cuando leas ésto), buenas noches.-