martes, 25 de mayo de 2010

Casi

Desde la pieza de planchar en la casa de mi abuela veo a dos sujetos con cuchillos corriendo traviesamente en el patio, entre los árboles, planeándolo todo. Siento sus pasos acercándose por el pasillo... No hay nada más a mi alcance que una tijeta puntuda que me pueda servir como arma, así que la tomo. Se acercan más, ya casi. Tenso mis músculos. Levanto mi arma dispuesta a clavarla en el primer ojo que tenga en frente. Se asoman por la puerta y el desconcierto me posee. Son dos niños de menos de 5 años, cada uno con un cuchillo ridículamente corto en una mano. Me hacen zurcos en las manos mientras intento saber los porqués. Su mamá los abandonó, dicen, y no tienen otra opción... Es difícil negociar mientras te cortan la piel de la palma de la mano, es difícil, pero se puede. Logro que a cambio de dejarme con manos puedan ver monitos en mi tele... Están en eso cuando uno de ellos se pone a llorar. Nosotros no deberíamos estar aquí, dicen, y se lamentan por la mala suerte que tuvieron al tener una tal mala madre.
¿Cómo se llama su mamá? A lo mejor yo puedo ayudarlos a encontrarla...
Se llama Gloria Victoria Martínez Fernandez.

... uff, qué alivio. Casi somos hermanos.
Gracias Fernandez.

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